Si el cine no es intenso, no tiene sentido: Felipe Cazals | ||||
Adrián Figueroa | Cultura | 2012-02-21 | Hora de creación: 22:40:23| Ultima modificación: 00:08:45 | |||
“Soy mejor espectador que director de cine”, asegura Felipe Cazals. Con el paso de los años, señala que es más complejo y ahora, “cuando una película me agarra las tripas, soy feliz. Porque si el cine no es intenso y expresa una crítica a un hecho real, no tiene sentido”. Es el cineasta en su frente como “público” y de eso habla en una entrevista para presentar el libro Felipe Cazals. 4 guiones para cine, el cual se presentará el 23 de febrero en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. La transformación, dice, la he tenido durante los últimos 30 años, pero tiene algo de mi etapa adolescente. “Soy feliz cuando una cinta me atrapa, como en aquel tiempo cuando iba al Cine Gloria a ver las películas en las que actuaba Ava Gardner”. En entrevista en la bodega “B” de los Estudios Churubusco, el director va de la evocación de su ser como espectador a la importancia del guión. “Es una escritura que vive transformaciones mientras se rueda la película. “Son las que le dan cuerpo al producto final y terminan por ser una realidad distinta a lo que se escribió”. Porque, explica, la puesta en escena no es previsible en el escritorio. “Lo único que podemos hacer desde ahí es configurar el sentido narrativo”. De esta manera, señala que lo redactado, para nada es lo filmado. “Lo que tenemos en el guión es la amplitud de imaginación, pero a la hora de poner el ojo en la cámara, todo cambia: desde la decisión de filmarlo de alguna manera o de otra, el guiño, un gesto, una acción lleva por otro rumbo la filmación”. El director de películas como El apando o Canoa precisa que no puede hacer una película sin un guión. “Es como la sintaxis del cine y si los filmes no tienen un buen orden de imágenes construidas, no encadenadas, no hay sintaxis y no se entienden”. Actualmente está en la preproducción de su cinta El ciudadano Buelna. Puntualiza que su intención como cineasta es explicarse a él mismo un hecho y luego poder expresarlo a los espectadores. LIBRO. El libro de Felipe Cazals cuenta con los guiones de las películas Chico Grande (2009), Las vueltas del citrillo (2006), Digna... hasta el último aliento (2004) y Su alteza serenísima (2000). Destaca que este libro cumple una finalidad: ser un material de información y didáctico. Una de las razones de éstos, explica, es que los lectores van a conocer si el guión en verdad tiene que ver con lo filmado y, además, ver sus cambios durante el rodaje. Y por eso, en este libro, van a ver el original y cómo terminó tras el fin de la cinta. “Para mí, esta escritura es indispensable para realizar una película. Para otros podría no serlo y tal vez los que hacen documentales o reportajes no lo requieran”. Pero un guión es fundamental, porque no sólo el director hace el filme. “Hay actores, vestuaristas, electricistas, maquillistas, cinematógrafo, editor, músico y mucha gente más que van añadiendo palabras que se convierten en miles para formar de un guión su estructura final. Todos ellos, añade, aportan algo y transforman la idea inicial. Por eso, concluye, no se puede obviar el guión. |
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